jueves, marzo 6

LEONOR SILVESTRI · BUENOS AIRES, ARGENTINA, 1976


especialista en literatura clásica por la universidad de buenos aires, traductora, y poeta, gestora cultural. colabora como periodista cultural con los suplementos radar, página 12, clarín y ñ, entre otros medios. publicó el libro de ensayo catulo, poemas. una introducción crítica (santiago arcos. 2005); el poemario bilingüe español-inglés para adolescentes y adultos jóvenes después de vos (ardiente claridad, 2007, con ilustraciones de cristina lancellotti), los poemarios bilingües auto-traducidos el curso. mitología grecolatina. (en formato libro objeto cd-rom. voy a salir y si me hiere un rayo. 2006, con un subsidio otorgado por el gobierno de la ciudad de buenos aires); y nugae, teoría de la traducción (simurg. 2003); y las plaquetas “la pista” (para 2 obras), “chic*s” y “traducciones” para zorra poesía, “hacia federico, instrucción de viaje”, y “margaret hassan”. formó parte de las antologías autogestionadas felicidades también, 18 poetas (2006), del taller de diana bellesi de la casa de la poesía de buenos aires, y de la publicación de la feria del libro independiente (flia-2006). ha publicado artículos de investigación, periodísticos, de opinión, reseñas y traducciones en diversos medios académicos nacionales e internacionales. fue columnista del bloque de mitología del programa de radio “inventarios” fm palermo, 94.7fm, durante 2004.vive en monserrat, tiene tres gatos , es baterista y cantante amateur.



32 Henry Street


tomo mi desayuno irlandés
esta gélida mañana en Galway
trivial como la vida misma
que poco sentido aguarda
cereal tostadas manteca suave y espesa
una montaña nevada mi mente se desliza
bajo la mesa donde me figuro estarían tus piernas
sólidas, son un leño al cual me aferro
en el medio de las olas si se avecina una tormenta
invoco el recuerdo de un sándwich de pepino
en un parque más verde incluso que tus ojos
como si esa hazaña fuera posible
o la ventana que da a la pradera
en esa casa heredada de mano en mano
donde viven mis amigos y todavía habita
el espíritu de la abuela y todos
los que murieron ahí
ese paisaje mínimo que entra en mi puño cerrado
aunque es brevísimo como una celda
luego, otra ventana más y más allá su peral
cuyas ramas arrullan el aire, pájaros
no sé quienes son pero se me antojan gorriones
negros descienden al pasto para comer
algo que se oculta a mi mirar
ejercitan su equilibrio de trapecio pan y circo
desde los cables del teléfono
que a veces me concede la gracia
de regalarme tu voz del otro lado del mar
más amada por mi que ninguna otra lengua
yo los espío, el reflejo a contraluz no me delata.


Doppelganger

soy Clint Eastwood
mi pelo es rubio y largo
visto tacones roja falda corta
media red
no deseo haberlo hecho
pero he asesinado con mi revolver ardiente
a la bella adolescente
igualita a mi, es un espejo
escapo disfrazada de madonna en mameluco
me interceptan en el colectivo
me delata mi tacón
corro hacia el laberinto de ese monobloc costero
no grito antes de morir
de un disparo
abro los ojos y te miro de frente

Nuestras vidas tampoco tienen interpretación
Más allá de toda oscuridad

After Sylvia Plath

Hoy me siento a esperar
el fin de la semana.

Hace meses que nadie me pregunta
con quién viniste
que edad tenés
donde vivís

No son esas cuestiones relevantes.

Hoy me declaro en huelga
de mí.

No quiero asistir a mi rutina.
Falto.

Escucho la música que
me regalaste y aguardo.

Me emociona fisgonear tus objetos mentales
y preguntarme si
acaso quisiste decir algo
las canciones tendrán acaso algún mensaje.

Tus elecciones me afectan,
el corazón humano anda a tientas
en esta niebla, es un misterio,
un azar, habernos encontrado.

Cosas mías, me da ilusión divagar,
soy un espectro, entre lo que no existe.

Me voy acordando de cosas que querría
decirte, una cajita de música,
una juguetería, corazón de madera.

Cuando el sol se pone,
la luz que reflectan mis ensoñaciones
es fría y blanca como los nudillos disgustados
de un puño hecho ovillo.

Cuando se pone el sol,
no puedo reconocer el mapa del cielo del norte,
bóveda nocturna de estrellas cóncavas,
noche invertida en donde me encuentro yo,
si trato de llegar hasta donde estás vos.

La luna no es una salida.
Arrastra de la cabellera
como oscuro crimen pasional
en absoluto silencio de tumba
a la marea, es una boca circular,
una mueca desesperada,
profético asombro
y miedo.

En ese intersticio sobrevivimos.

Leo un hermoso poema griego,
un viejo habla, se sabe perdido,
no tiene la fuerza de la juventud
de su criatura literaria.

Lo que me interpela, no es, como en el poema,
noche y silencio. Lo que me interpela
me sostiene y me asiste mas allá
de toda oscuridad.

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